Oportunidades dignas para todas y todos

12 de Julio de 2018

Por Rebeca Arias Flores, Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas y Representante Residente del PNUD

No dejar a nadie atrás, es decir, pensar, decidir y actuar juntos contra la pobreza extrema.

Guatemala es un país diverso cuya ciudadanía es activa, joven y con enorme potencial para desarrollarse. Por ello, al abordar la justicia social, se hace necesario incluir el desarrollo porque van estrechamente ligados.

Y es que el desarrollo humano propone ir más allá de la expansión de la riqueza y traducir el progreso en mejorar la calidad de vida humana en armonía con la sostenibilidad del planeta. La justicia social es mucho más que la igualdad legal en abstracto, incluye oportunidades reales para lograr una mejor calidad de vida, especialmente para los menos favorecidos. Para lograr la justicia social es necesario construir un espacio de equidad, basado en la capacidad humana, las libertades reales y oportunidades de realización, según indica el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2015/2016.

La justicia social es un principio fundamental para la convivencia pacífica y próspera, dentro los países y entre ellos. Para las Naciones Unidas, la búsqueda de la justicia social universal representa el núcleo de su misión en la promoción del desarrollo y la dignidad humana. Si retomamos el principio de No dejar a nadie atrás, es decir, pensar, decidir y actuar juntos contra la pobreza extrema, estamos reconociendo que la justicia social y la equidad son fundamentales para ese fin. Y si hablamos de equidad, es necesario dirigir nuestra atención hacia factores como el género, la etnia, la edad y la geografía, que, en países muy desiguales como Guatemala, influyen en la distribución del progreso. Además, la equidad requiere encontrar la justicia social dentro de la diversidad, reconociendo las diferencias entre las poblaciones.

Es vital comprender que ahora vivimos en un mundo de abundancia material, en una era en que la actividad humana está alterando negativamente sus sistemas ecológicos, por lo que se hace necesario reducir los riesgos ambientales, lo cual requiere una nueva visión de la economía y las relaciones entre países y comunidades para alcanzar una prosperidad sostenible.

Necesitamos respetar los límites del planeta y reconocer que el objetivo final es el bienestar humano real y sostenible.

Dentro de este concepto de justicia social la comunidad internacional busca apoyar los esfuerzos nacionales para erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social y la justicia social para todas y todos.