Construyendo una red de Mini-Laboratorios con voluntarias y voluntarios para acelerar el desarrollo sostenible

18 de Agosto de 2021

¿Cuál es el propósito de construir una red de Mini-Laboratorios con voluntarias y voluntarios?

Los desafíos de desarrollo complejos tales como la resiliencia ante el cambio climático, la recuperación oportuna ante emergencias, la inclusión social, la reducción de la pobreza, entre otros, son difíciles de resolver porque sus condiciones subyacentes cambian rápidamente e involucran múltiples causas interrelacionadas. Las organizaciones de voluntariado son un actor inusual con gran potencial para contribuir a solucionar estos desafíos de desarrollo, ya que pueden ayudar a entender qué funciona en los contextos donde las necesidades de desarrollo emergen.

Mediante sus actividades inmersivas, las organizaciones de voluntariado son algunas de las primeras en descubrir no solo cuáles son las necesidades de desarrollo emergentes que las personas tienen, sino también las maneras innovadoras en las que las personas están intentando enfrentarlas. A pesar de que existe poca información sistemática sobre la contribución que las organizaciones de voluntariado realizan, las mismas están involucradas en una amplia variedad de actividades alrededor del país, implementando diversos enfoques, constantemente renovándose a sí mismas y poniendo a prueba nuevas estrategias.

Además, los tipos de contribuciones que las organizaciones de voluntariado realizan son precisamente del tipo que pueden ser amplificadas mediante la incorporación de algunas de las metodologías utilizadas por el ciclo de aprendizaje de los Laboratorios de Aceleración del PNUD. Estas organizaciones también tienen el potencial de ser aliados en los esfuerzos del PNUD para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ya que sus “ojos y manos” brindan perspectivas más amplias sobre la situación de las personas en múltiples ubicaciones. Por ejemplo, al sumar las experiencias de voluntarias, y voluntarios, existe un gran potencial de generar inteligencia colectiva sobre: qué se necesita, qué se está haciendo y qué se está aprendiendo sobre cómo alcanzar el desarrollo sostenible.

Por ende, nos lanzamos a experimentar sobre cómo construir una red de mini-laboratorios de organizaciones de voluntariado para acelerar el desarrollo sostenible. Comenzamos con la conducción de una serie de talleres para capacitar a las organizaciones de voluntariado sobre cómo implementar metodologías de los ciclos de aprendizaje. Mediante este paso inicial nuestro objetivo es empoderar las contribuciones de las organizaciones de voluntariado y sentar las bases para involucrarlos en futuras actividades con el PNUD.

¿Cómo se originó la idea?

Como sucede con muchas ideas, el proceso tras bambalinas que llevó a su implementación incluye algunas coincidencias y muchas conversaciones. En particular, durante un intercambio informal en febrero de 2021, la coordinadora del programa de Voluntarios de Naciones Unidas en Guatemala compartió con nosotros varias maneras en las que los voluntarios contribuyen a alcanzar los objetivos de desarrollo. Luego, ella nos presentó al Centro de Voluntariado Guatemalteco (CVG), una organización que promueve actividades para que las voluntarias y voluntarios se involucren o progresen en su desarrollo personal.

Cuando el Laboratorio de Aceleración del PNUD Guatemala se reunió por primera vez con el CVG se hizo evidente el gran potencial que existía para colaborar. El CVG evidenció la capacidad de contactar a un gran número de organizaciones voluntarias de diferentes sectores, incluyendo el sector gubernamental, empresas privadas, sector religioso, sociedad civil y comunidades locales que abordan diferentes desafíos de desarrollo alrededor del país. Aprovechar este potencial alcance que podría surgir de implementar los ciclos de aprendizaje desde organizaciones de voluntariado enriquecería el portafolio de soluciones y fuentes de información que pueden identificarse y ponerse a prueba. Asimismo, el CVG ofrecía la estabilidad necesaria para entablar una colaboración a largo plazo, incluso cuando los voluntarios a nivel individual son relevados. 

Por otro lado, el CVG también notó el potencial que las nuevas metodologías del Laboratorio de Aceleración ofrecen para aumentar el impacto que los voluntarios tienen en el desarrollo. El CVG comprende que los voluntarios se ven motivados, en parte, por su intención de actuar en congruencia con sus compromisos personales, tener un impacto positivo en sus comunidades, crecer a partir de nuevas experiencias, y conocer más personas que comparten sus valores. En respuesta a ello, el CVG involucra a voluntarias y voluntarios ofreciéndoles diversas oportunidades para formarse a lo largo del año. Oportunamente, se consideró que las nuevas metodologías ofrecidas por el Laboratorio de Aceleración serían idóneas para las capacitaciones a impartir este año.

Por ende, la idea de construir una red de mini-laboratorios de voluntarios nació del reconocimiento del beneficio mutuo entre el Laboratorio de Aceleración y el CVG, así como también de la coincidencia y el momento oportuno. Es así como fue posible llevar esta idea adelante, partiendo de la capacidad existente del Laboratorio de Aceleración -su conocimiento sobre nuevas metodologías para el desarrollo- y el espacio existente ofrecido por CVG para compartirlas -oportunidades de formación a lo largo del año-.

¿Cómo se implementaron las sesiones de capacitación?

El primer paso para hacer posible la colaboración entre el Laboratorio de Aceleración y el CVG fue formular un Memorándum de Entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés). Algunos factores que ayudaron a elaborarlo ágilmente fue contar con el apoyo inicial de la Representante Residente de la oficina de país de PNUD para validad la idea. Esto se logró clarificando qué tipo de involucramiento era requerido por parte del PNUD, así como presentando los posibles riesgos y beneficios de los resultados esperados. Partiendo de la plantilla del MOU, nos esforzamos por ser lo más claros y específicos posible. Adicionalmente, otro elemento que ayudó a la puesta en marcha de la idea fue que no se requería de recursos financieros por parte del PNUD para implementar los talleres.

También, es importante mencionar que a lo largo de este proceso, el Laboratorio de Aceleración se benefició grandemente del involucramiento de una Voluntaria de Naciones Unidas quien actualmente está fungiendo como Asistente de Experimentación. En particular, ella ha brindado habilidades sustanciales desde su formación como antropóloga, ayudando a identificar y crear puentes entre paradigmas epistemológicos adaptando los contenidos de los talleres. Asimismo, su apoyo y dedicación en desarrollar los materiales, conducir los talleres y fortalecer la relación con las contrapartes fue clave para aumentar la capacidad requerida para implementar las sesiones de forma exitosa.

Luego, se procedió con la convocatoria de participantes, la cual fue liderada por el CVG. El arte utilizado fue relativamente simple y la difusión se hizo principalmente por medio de mensajes directos. La audiencia clave de la convocatoria fueron líderesas y líderes de organizaciones de voluntariado que estuvieran suscritas a los mensajes del CVG. Cabe aclarar que los talleres no excluían a otras organizaciones, pero este era un proyecto piloto planeado para poner a prueba en un grupo reducido. Sin embargo, para asegurar la inscripción de suficientes participantes, la fecha de inicio de los talleres se pospuso a un mes después de la prevista originalmente.

En total, se unieron 19 participantes a los talleres, cada uno de una organización de voluntariado distinta. La mayoría de las participantes fueron mujeres jóvenes y comprendían un diverso rango de tipos de organizaciones, necesidades de desarrollo y territorios. Las organizaciones incluían entidades de gobierno, de sector privado, de sociedad civil e internacionales. Además, sus respectivas actividades abordaban más de la mitad de los 17 ODSs y había al menos dos participantes cuyo trabajo coincidía en 18 de los 22 departamentos del país.

Bajo las circunstancias actuales, derivadas de la crisis de la COVID-19, los talleres se condujeron mediante sesiones en línea con duración de dos horas y media cada una a lo largo de cinco sábados. Por un lado, esto permitió la oportunidad de incluir a participantes de diferentes territorios y beneficiarse de las herramientas interactivas de Zoom y Mural, pero por otro, dichas herramientas implicaban un umbral de aprendizaje y algunos participantes tenían débil conectividad o únicamente acceso a un dispositivo móvil. Entre los esfuerzos para superar dichas limitaciones se realizaron ejercicios para aprender a utilizar las herramientas digitales y también se habilitaron interacciones “análogas” permitiendo a las y los participantes compartir sus ideas a través de voz, chat o mensajes de WhatsApp con apoyo de los facilitadores.

¿De qué se trataron los talleres?

Cada sesión consistió en compartir herramientas de la metodología de ciclo de aprendizaje utilizada por los Laboratorios de Aceleración del PNUD. A través de las sesiones se utilizaron dos recursos clave: (1) The collective intelligence design playbook from Nesta (2020) y (2) Tool compendium from States of Change (2019).

La primera sesión tuvo lugar el 5 de junio y en ella se conversó con las y los participantes sobre la necesidad de encontrar nuevas formas de resolver desafíos de desarrollo complejos tales como la resiliencia ante el cambio climático, la recuperación oportuna ante emergencias, la inclusión social, la mejora en salud y condiciones de vida, la reducción de la pobreza, migración, inseguridad, entre otros, mencionados anteriormente. Estos son retos donde soluciones tradicionales implementadas de forma aislada no dan resultados suficientes, puesto que surgen como consecuencia de múltiples causas interrelacionadas que cambian constantemente. De hecho, las voluntarias y voluntarios tienden a ser los primeros en encontrar y poner a prueba nuevos enfoques para resolver desafíos complejos, haciendo evidente su capacidad de innovar.

Figura 1: Resumen de la cronología de sesiones alrededor del ciclo de aprendizaje del Laboratorio de Aceleración

Durante la primera sesión también se introdujo a las y los participantes a una forma de pensar sobre cómo, dependiendo del grado de “agencia”, o capacidad de acción, que tiene una población, ciertos tipos de intervenciones para el desarrollo son más adecuadas que otras. Por ejemplo, en ocasiones las personas son capaces de superar un reto por ellas mismas. En estos casos, intervenciones que aumentan el conocimiento o que dan acceso a una nueva tecnología podrían ser suficientes, tales como enseñar una nueva técnica para cultivar alimentos. En otras ocasiones, las personas sí tienen conocimiento sobre cómo superar un reto, pero no tienen los recursos para actuar. En estas situaciones, reducir los costos para actuar podrían ser efectivas, tal como subsidiar un viaje para visitar al médico. No obstante, existen otros escenarios donde las personas no pueden superar un reto de desarrollo por sí mismas. Aquí, intervenciones que facilitan la cooperación podrían ayudar, tales como promover una cultura hospitalaria hacia los turistas. Adicionalmente, existen retos donde incluso la acción colectiva es insuficiente, ya que se requieren intervenciones que consigan cambios estructurales, tales como modificar leyes para brindar beneficios de protección social a refugiados.

La segunda sesión se realizó el 12 de junio y brindó a las y los participantes directrices sobre cómo mapear soluciones de base desde las personas. En la misma, aprendieron sobre cómo las innovaciones consisten en ideas nuevas que se implementan de forma exitosa para agregar valor. También, aprendieron sobre la importancia de estar atentos a sesgos cognitivos y a seguir principios éticos básicos como no ser extractivos al momento de realizar observaciones. Adicionalmente, se exhortó a las y los participantes a ser conscientes y reflexionar sobre lo que implica una solución de base. Estas son, al mismo tiempo, tanto la respuesta a una necesidad como la expresión de un entendimiento profundo, y potencialmente distinto, sobre cómo funciona el mundo. Dicha reflexión se ejemplificó discutiendo diferentes perspectivas sobre cómo interpretar el beneficio que ofrece un mural pintado por un grupo de jóvenes en la pared de una calle de su comunidad. Finalmente, las y los participantes tuvieron la oportunidad de practicar el mapeo de soluciones a través de un ejercicio llamado safari de soluciones.

La tercera sesión sucedió el 19 de junio e introdujo a las y los participantes a técnicas para explorar nuevos actores, nuevas fuentes y tipos de datos, así como nuevas señales de cambio. En contraste con la perspectiva in situ que provee el mapeo de soluciones, la exploración brinda una perspectiva más amplia para profundizar nuestra comprensión sobre la interacción de los actores y las dinámicas involucradas en un desafío de desarrollo complejo. De esta manera, es posible definir más claramente los componentes del desafío que se desea abordar y así identificar posibles “palancas de cambio”.

Foto: PNUD. Participantes en uno de los talleres.

Las y los participantes aprendieron cómo explorar nuevos actores ayuda a diversificar sus perspectivas personales. Utilizando una lista predefinida de diferentes tipos de actores, les fue posible identificar más actores nuevos y determinar cuáles eran particularmente relevantes para alcanzar el desafío de desarrollo de su interés. De igual forma, se presentó una lista de motivaciones a tomar en consideración para involucrar a actores seleccionados. Similarmente, se hizo ver la existencia de diferentes clases de datos, las diversas formas para recopilarlos, y cómo estas nuevas fuentes de infromación abren oportunidades para llenar vacíos de conocimiento, incluso en tiempo real, sobre los desafíos de desarrollo. Por último, las y los participantes pusieron en práctica la exploración de señales de cambio que permiten anticiparse y prepararse para enfrentar necesidades futuras.

La cuarta sesión ocurrió el 3 de julio y mostró a los participantes cómo, a través de los experimentos, es posible estructurar la forma de aprender sobre cuáles soluciones funcionan y cuáles no. Se profundizó en que la experimentación es especialmente útil para verificar suposiciones, para mejorar una solución que ya existe, y para medir el impacto que una solución tiene a pequeña escala; especialmente antes de invertir grandes cantidades de tiempo y de recursos a gran escala. Dependiendo de qué tan incierto sea que una solución funcione, las metodologías de experimentación oscilan entre ensayos exploratorios, iteraciones de prueba y error, pruebas de control aleatorio, o análisis de causalidad. Además, utilizar la experimentación para poner a prueba un portafolio de múltiples posibles soluciones, las cuales no impliquen riesgos al no funcionar, es particularmente útil en situaciones donde una única solución implementada de forma aislada tiene pocas probabilidades de funcionar.

Para que las y los participantes comenzaran a pensar sobre cómo diseñar experimentos se les pidió escoger un desafío de desarrollo e identificar sus causas. Luego, dichas causas fueron agrupadas en categorías para identificar patrones y vacíos en la comprensión del problema. Finalmente, los participantes desarrollaron hipótesis sobre cuáles serían los resultados esperados de acciones propuestas para atender aguna de las causas del desafío, tomando en cuenta cuán incierto es que dichos resultados ocurran. Si bien el ejercicio se limitó a la fase del diseño de experimentos, se enfatizó una idea clave: si no se está experimentando es imposible saber si se está alcanzando el mejor resultado posible.

Finalmente, la quinta y última sesión se llevó a cabo el 10 de julio. En ella se expuso a los participantes a algunas estrategias para “amplificar” las soluciones que mapearon, exploraron, o pusieron a prueba. La sesión también incluyó un mensaje de parte de la Representante Residente del PNUD, el cual reforzó el reconocimiento de las contribuciones con el que las y los voluntarios ayudan a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible. También, se entregaron diplomas reconociendo su participación en el diplomado. Durante esta sesión las y los participantes aprendieron sobre la importancia de comunicar sus aprendizajes y reflexiones, además de la importancia de involucrar a actores clave para amplificar los beneficios de una solución determinada. Por otro lado, se explicó que la amplificación de una solución puede suceder en al menos tres direcciones: hacia adentro, incrementando la frecuencia e intensidad con la que se utiliza una solución; hacia los lados, adaptando el uso de una solución a nuevos lugares o contextos; y hacia arriba, cuando la solución se incorpora en normativas provistas con recursos. Por último, se realizó un ejercicio sobre cómo preparar una narrativa considerando las necesidades de su audiencia.

¿Cuáles fueron algunos de los resultados de los talleres?

El valor que los voluntarios pueden agregar para alcanzar los ODSs, mediante la incorporación de algunas de las metodologías del ciclo de aprendizaje del Laboratorio de Aceleración, comenzó a hacerse evidente en los resultados de los ejercicios realizados sobre mapeo de soluciones, exploración de señales de cambio, y diseño de experimentos.

Como se mencionó anteriormente, cada participante realizó un ejercicio llamado safari de soluciones, donde se solicitó rastrear soluciones de base desde las personas dentro de su ciudad. Entre otra información, se pidió una descripción de la necesidad que la solución hallada resolvía y una reflexión sobre por qué la solución funcionaba, prestando especial atención sobre si la solución revelaba una forma diferente de comprender un desafío de desarrollo. Sin duda, las soluciones mapeadas en el ejercicio fueron iluminadoras, brindando perspectivas nuevas. Algunos ejemplos sobresalientes incluyen: cómo los recolectores de metal agregaron al aceite como un material más para recolectar ya que es un residuo valioso que está disponible en los talleres mecánicos que regularmente visitan en sus rutas. Además, en otro ejemplo, se hizo ver cómo la donación de colchones no es algo que solo reduce la incomodidad de las personas, sino también aumenta su sentido de dignidad y autoestima, entre otros ejemplos.

Caja 1: ejemplo de una solución mapeada durante el ejercicio de safari de soluciones.

De igual forma, los participantes realizaron un ejercicio para explorar señales de cambio, el cual consistió en identificar tendencias emergentes. Se pidió considerar qué necesidades futuras podrían anticiparse con base en dicha señal, qué tan amplio sería el impacto, y qué tan incierto sería que sucediera. La lista de señales de cambio que los voluntarios identificaron también generó diversas perspectivas para hacer más tangible el futuro. Entre las tendencias señaladas se incluyó la adopción acelerada de nuevas tecnologías de comunicación que están sucediendo en el contexto de la COVID-19, tales como: teletrabajo, educación, provisión de servicios, comercio electrónico, y subscripciones a servicios de streaming. Otros participantes señalaron cambios en dinámicas sociales como: la atención creciente dada a la salud mental, los impactos del duelo, el aumento de migración hacia áreas urbanas, la exposición a diversos de valores y formas de vida, o la adopción de influencias culturales extranjeras. Otros voluntarios señalaron cambios en consecuencia al cambio climático, por ejemplo, restricciones al uso de plástico o desperdicio alimenticio, además de señales asociadas a nuevas formas de generar ingresos.

Caja 2: ejemplo de una señal de cambio explorada por uno de los voluntarios.  

Adicionalmente, los participantes pusieron en práctica el diseño de un portafolio de experimentos que ponga a prueba acciones para resolver un desafío de desarrollo complejo. Para hacerlo se guiaron en una plantilla la cual resultó ser bastante útil al estructurar cómo aprender de acciones. Dicha plantilla desagrega cada acción en componentes más detallados, considerando sus resultados esperados, sus niveles de incertidumbre y sus mecanismos causales. Los resultados de este ejercicio demostraron que las y los voluntarios son capaces de pensar sistemáticamente e identificar acciones complementarias que funcionan conjuntamente para atender una necesidad. Fue así como los participantes propusieron portafolios de experimentos sobre temas como: reducción de la deserción escolar, aumento en el esfuerzo para coordinar proyectos, seguridad en la disponibilidad de alimentos, interés por la salud mental, promoción de la inclusión de personas marginadas, entre otros.

Los resultados iniciales de los talleres muestran cómo es posible que las organizaciones de voluntariado contribuyan a acelerar el desarrollo sostenible al incorporar metodologías del ciclo de aprendizaje del Laboratorio de Aceleración. Las y los voluntarios están cerca de las personas, en los lugares donde las necesidades surgen y se inicia su respuesta, y están constantemente incorporando nuevas acciones para ayudar de la mejor manera posible con los recursos limitados que cuentan. Al usar técnicas como el mapeo de soluciones, la exploración de señales de cambio, o el diseño de portafolios de experimentos, las organizaciones de voluntariado tienen la posibilidad de aumentar su alcance y ampliar nuestras perspectivas sobre cómo alcanzar resultados de desarrollo.

Caja 3: ejemplo de un portafolio de experimentos.

Desafío: Seguridad alimentaria

Acción 1:

Medición antropométrica para obtener indicadores nutricionales

Descripción: Crear un registro trimestral de mediciones antropométricas nutricionales.

Resultados esperados: Lograr identificar casos en situación vulnerable y monitorear su progreso.

Incertidumbre: Baja incertidumbre, dependiendo de la calidad de las mediciones.

Mecanismo causal: No es posible usar recursos de manera eficiente sin saber dónde están las necesidades y las prioridades, o bien, sin saber si las intervenciones están funcionando.

Acción 2:

Creación de huertos urbanos

Descripción: Organizar a la comunidad para construir huertos urbanos donde se cultive comida de autoconsumo.

Resultados esperados: Mejorar la calidad, disponibilidad y sostenibilidad de la comida usando menos recursos económicos, además de mejorar relaciones sociales y hábitos alimenticios.

Incertidumbre: Mediana, dependiendo del deseo y disponibilidad para trabajar en equipo y de las condiciones del lugar para sembrar alimentos.

Mecanismo causal: Aprovechar practicas indígenas existentes (aunque han sido pertubadas) sobre cómo cultivar alimentos de forma comunal y adaptada al ambiente, que además utilizan pocos recursos económicos.

Acción 3:

Mejorar infraestructura del hogar

Descripción: Implementar mejoras a la infraestructura de los hogares.

Resultados esperados: aumentar el acceso al agua potable, calidad del aire, saneamiento y manejo de tierra.

Incertidumbre: Mediana, dependiendo de cómo los comportamientos se adapten a los cambios de la infraestructura.

Mecanismo causal: Actualmente, la infraestructura de los hogares limita los beneficios que la seguridad alimentaria podría traer, pues expone a las personas a riesgos de salud.

¿Qué aprendizajes adicionales son importantes de considerar?

Además de aprender de los resultados de los ejercicios recién mencionados –así como de los esfuerzos hechos para organizar los talleres, desarrollar los contenidos e implementar cada sesión– consideramos que es importante reflexionar sobre dos aspectos: cómo manejar conversaciones sobre temas sensibles en grupos heterogéneos, y cómo pasar a la acción después de un programa de formación como este.  

Junto con la alta diversidad de perspectivas presente en grupos heterogéneos, también existe un reto en saber cómo manejar conversaciones sobre temáticas sensibles. Esto es aún más necesario al abordar múltiples perspectivas sobre las causas del desarrollo en un país con notable polarización social. A lo largo de los talleres nos enfrentamos con temáticas controversiales como: “el rechazo que se percibe de las comunidades sobre lo que debe hacerse para alcanzar progreso”, “los costos y beneficios que implican megaproyectos como la minería, hidroeléctricas o actividades agro-industriales", “los posibles efectos contraproducentes de las transferencias condicionadas”, “las presuposición de motivaciones políticas o ideológicas de un conflicto social”, “la incompatibilidad entre valores tradicionales y progresivos”, entre otros. Esto sugiere que aprender a construir confianza y abordar temáticas sensibles entre grupos heterogéneos es una habilidad necesaria para superar barreras a la colaboración que permitan lograr de los objetivos de desarrollo sostenible.

De igual manera, los programas de formación como este nos recuerdan que el salto entre adquirir nuevos conocimientos e implementar acciones, con base en ellos, no es algo trivial. Los talleres sí incluyeron ejercicios interactivos y prácticos que incluso generaron resultados iniciales. Sin embargo, aunque dichos ejercicios pedagógicos ayudaron a clarificar y reforzar aprendizajes para quienes participaron, aún no es claro si la nueva información trasladada a las y los voluntarios continuará siendo implementada o si proveerá resultados duraderos. Para abordar esto, hemos exhortado colaboraciones iniciales entre los participantes y la Oficina de País del PNUD Guatemala. Por ejemplo, los voluntarios contribuyeron grabando video-mensajes para el lanzamiento del Reporte de Desarrollo Humano del PNUD y también participaron en un proyecto para diseminar herramientas digitales. A pesar de esto, sabemos que aún es necesario mayor esfuerzo en este respecto.

¿A dónde queremos llegar a partir de aquí?

Por ende, para dar continuidad a la red de mini-laboratorios con voluntarias y voluntarios que se inició con estos talleres, estamos preparando un manual de replicación. Este empoderará a la primera cohorte de participantes para facilitar talleres similares y así formar a otros voluntarios dentro de sus organizaciones. Asimismo, planeamos facilitar la co-creación de actividades dentro de las áreas programáticas de la Oficina de País del PNUD Guatemala para involucrar a las organizaciones de voluntariado mediante la aplicación de las metodologías del ciclo de aprendizaje del Laboratorio de Aceleración. Esperamos destacar los resultados de estas nuevas actividades durante el próximo Día Internacional de los Voluntarios, el 5 de diciembre de 2021.