Trabajo conjunto entre gobierno central, municipalidades y comunidades, mejoran el manejo sostenible de los bosques

15 de Noviembre de 2018

Fotografía: PNUD Guatemala/Paola Foncea

Huehuetenango-Guatemala, 15 de noviembre.- Más de 4 mil personas pueden ahora manejar con mejor propiedad el agua, los bosques, los incendios forestales, el cambio climático, el tema de género y la planificación de desarrollo, en gran parte a las acciones que durante los últimos cinco años, los diversos programas del proyecto Manejo Sostenible de Bosques y Múltiples Beneficios Ambientales Globales impulso y que logró alcanzar el 99 por ciento de sus metas propuestas desde su inicio.

Gracias a estas acciones, se consiguió rehabilitar más de 12 mil hectáreas de bosques naturales, así como la conservación de otras 7 mil quinientas hectáreas. Con ello, también se evitó la deforestación que pudo haber generado más de 3 millones de toneladas de CO2 y con ello, disminuir la generación de gases de efecto invernadero.

Pero también se fortalecieron 15 oficinas forestales municipales con equipo y capacidades para atender la gestión forestal, la prevención y control de incendios forestales y la administración efectiva de los recursos naturales en sus territorios.  Y de manera conjunta con el Instituto Nacional de Bosques (Inab), se generaron más de Q41 millones de quetzales en incentivos forestales, consiguiendo así mantener la cobertura forestal de las dos regiones priorizadas en este proyecto inicial.

En el caso específico del suroriente del país, se destaca la implementación de 2 planes de cuenca, con los cuales se evitará la degradación del recurso hídrico, particularmente en la Laguna de Ayarza y la parte alta y media de la cuenca del Río Ostúa.  También se capacitó a 260 maestros dentro de una campaña de educación ambiental, con lo cual ahora se promueven mejores prácticas agrícolas para evitar la degradación del suelo, la pérdida de cobertura forestal. Así mismo, la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero en 30 fincas que, hoy por hoy, implementan una ganadería climáticamente inteligente y resiliente al cambio climático.

En Huehuetenango, el trabajo fue efectuado en conjunto con FUNDAECO, 5 municipalidades y algunas organizaciones locales. En esta región se suscribieron 4 acuerdos que han tenido como objetivo la mejora de la biodiversidad, la conectividad del bosque, fortalecer los medios de vida locales, pero sobre todo mejorar la calidad de vida de las comunidades.

Como parte de las acciones se mejoraron 90 apriscos (espacios para guardar ganado durante la noche) de ovejas, lo cual permitió la regeneración natural del bosque. A través del Proyecto se contribuyó a la promoción del desarrollo de mejores prácticas agrícolas con la finalidad de reducir la erosión y fomentar así el uso de fertilizantes orgánicos para hacer más resiliente la producción de papa, uno de los productos agrícolas más rentables de la región.

Con la construcción de estructuras que detienen la circulación de sedimentos, se disminuyó la degradación de la Laguna Magdalena. Y en conjunto con las comunidades y el Inab, se alcanzó una extensión de más de 14 mil hectáreas de bosque bajo algún tipo de incentivo o estándar internacional de buenas prácticas en la gestión de los recursos naturales y el involucramento de las comunidades.

También, propiciando la reforestación se logró evitar más de 2 millones de toneladas de CO2 que se producirían a causa de la acelerada deforestación en esa área del territorio guatemalteco.

Todo esto se ha logrado a través del trabajo colaborativo entre el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) con instituciones como el Inab, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplán) y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), la Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación (FUNDAECO), municipalidades y comunidades.

El proyecto se implementó tanto a nivel nacional, como en dos regiones priorizadas que incluyeron 15 municipios de los departamentos de Jalapa, Jutiapa y Santa Rosa, así como, cinco municipios del departamento de Huehuetenango. La inversión total fue superior a los $18 millones de dólares, con un aporte de $4.4 millones de dólares del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés).