Discurso del Lanzamiento de la Estrategia Nacional de Investigación Marino-Costera de Guatemala

23 de Agosto de 2018

Fotografía: PNUD Guatemala/Diana Reyes

Discurso de la Sra. Rebeca Arias / Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas y Representante Residente del PNUD.

Distinguidos

·       Señor Vicepresidente de la República, Doctor Jafeth Ernesto Cabrera Franco;

·       Señor Ministro de Ambiente y Recursos Naturales, Licenciado Alfonso Rafael Alonzo;

·       Señor Secretario Nacional de Ciencia y Tecnología, Doctor Oscar Manuel Cobar Pinto;

·       Señor Director de País de Rainforest Alliance, Ingeniero Oscar Rojas;

Distinguidos funcionarios de las distintas instituciones de gobierno;

Representantes del sector privado, de la academia y de las organizaciones de sociedad civil;

Tengan todos muy buenos días.

Es un gusto para mí estar en este Lanzamiento de la Estrategia Nacional de Investigación Marino-Costera de Guatemala (ENIMC), tras el arduo trabajo y coordinación interinstitucional que conllevó este proceso que se materializa en la herramienta estratégica que a partir de hoy será necesario implementar.

Iniciativas de Estado como la que hoy nos convoca, conllevan también la voluntad de unir esfuerzos y aliarnos por un mismo fin. Son resultados que tienen impactos más allá de agendas de proyectos, y en este caso, un gran significado por ser un esfuerzo que estratégicamente sumó a 29 instituciones clave durante su formulación. El Proyecto “Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad en Áreas Protegidas Marino Costeras”, solamente tuvo el privilegio de ser un agente articulador de esta Estrategia.

Para comprender el estado de la investigación en Guatemala, es necesario considerar ciertas estadísticas. En este país el número de investigadores equivalente a jornada completa es de 411, un valor que representa solo 26.7 investigadores por millón de habitantes. Esta proporción es casi 3 veces inferior a la que tenía el país hace 4 décadas. El número de científicos por millón de habitantes es 16 y 262 veces más pequeño que el promedio en América Latina y en los países desarrollados, respectivamente (UNESCO, 2017).

Específicamente en lo que se refiere a investigación en la temática marino-costera en Guatemala, el registro de distintas instituciones indica que existen aproximadamente 118 investigadores, de los cuales 60 % son hombres y 40 % mujeres. El 63 % de ellos tienen nivel académico de licenciatura y son pocos los que permanecen generando investigación a largo plazo.

Es importante resaltar que la toma de decisiones fundamentadas en investigación técnica y científica es la plataforma para disminuir la pobreza y garantizar la sostenibilidad, no solo desde la perspectiva ambiental sino también financiera, cultural y socioeconómica. Esta premisa está directamente relacionado al cumplimiento de las prioridades del Plan Nacional de Desarrollo K’atun 2032 que menciona, tanto la importancia de “Promover la ciencia y la tecnología articulada con las prioridades nacionales del desarrollo”, como la “Gestión sostenible de los sistemas marino-costeros, Sitios Ramsar y sistemas lacustres y fluviales, considerando la pertinencia de género, de pueblos maya, xinka, garífuna y etaria”.

Recordemos además que Guatemala adoptó oficialmente los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través de La Agenda 2030, la cual aborda la lucha contra el hambre, la desigualdad y la pobreza, el saneamiento ambiental y el agua, el cambio climático, los ecosistemas y sobre todo lo pertinente a la vida submarina a través del ODS 14 que dice “Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible”. Entre las Metas Priorizadas para Guatemala del ODS 14 se encuentra “Aumentar los conocimientos científicos, desarrollar la capacidad de investigación y transferir la tecnología marina, teniendo en cuenta los criterios y directrices para la transferencia de tecnología marina de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental, a fin de mejorar la salud de los océanos y potenciar la contribución de la biodiversidad marina al desarrollo de los países en desarrollo, en particular los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados.”.

El Indicador de esta Meta es la “proporción de presupuesto total de investigación asignada a la investigación en el campo de la tecnología marina”. Lamentablemente en Guatemala la investigación no es una prioridad de Estado, lo cual restringe el desarrollo científico y tecnológico. Nuestro país invierte el 0.029 % de su PIB en actividades de investigación y desarrollo; esto es 14 veces menos que el promedio de inversión de África Subsahariana, 25 veces menos que el promedio de América Latina y el Caribe, 85 veces menos que el promedio de Europa Occidental y casi 200 veces menos que lo invertido por la República de Corea o Israel (UNESCO, 2017). Esperamos que esta situación cambie en los próximos años para que, en Guatemala, un país con enfoque eminentemente terrestre, se tomen decisiones basadas en ciencia que impacten positivamente en su desarrollo, integrando a las zonas marino-costeras.

Se espera que las investigaciones relativas al tema marino-costero en el país a partir de ahora sean derivadas de las necesidades plasmadas en esta Estrategia, con abordajes integradores, considerando aspectos de participación local, género y multiculturalidad. El Proyecto “Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad en Áreas Protegidas Marino Costeras” ha facilitado en los últimos años el levantamiento de información e incluso el desarrollo de 21 tesis de maestría (a través de una alianza con el Centro de Estudios del Mar y Acuicultura, CEMA-USAC), en temas como pesca artesanal, ecosistema manglar, tortugas marinas, oceanografía, hidrología y calidad de agua, cambio climático, ordenamiento territorial, diversidad biológica y manejo de áreas protegidas marino-costeras.

En el nombre del PNUD agradezco enormemente el compromiso de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología como rector de la investigación en Guatemala, el acompañamiento y liderazgo del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales como ente rector de la materia y el acompañamiento técnico de Rainforest Alliance, sin quienes este proceso no hubiera tenido el alcance logrado.

De nuevo mi reconocimiento y agradecimiento a todas las contrapartes socias del Proyecto “Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad en Áreas Protegidas Marino Costeras”, que si bien es una iniciativa implementada directamente por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), gracias a una donación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial y a solicitud del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, no podríamos hacerlo sin todas las entidades presentes, por lo que para el PNUD ha sido un honor acompañar y ser parte de este proceso.

Muchas gracias.